El mundo de la realeza siempre ha estado rodeado de un aura de elegancia y sofisticación, y sus preferencias en perfumes no son la excepción. Estas fragancias no solo son exquisitas, sino que también son emblemáticas de las personalidades y el estilo de vida de quienes las usan. Aquí te presentamos los cinco perfumes que han capturado la preferencia de algunas de las royals más icónicas:
- Orange Blossom de Jo Malone: Este perfume es un favorito de Kate Middleton, quien incluso eligió rociar esta fragancia en los pasillos de la Abadía de Westminster en su boda con el Príncipe William. Lanzado en 2003, este perfume destaca con notas de flor de tangerina, flor de azahar del naranjo, lila, nenúfar, iris y vetiver, proporcionando un aroma fresco y a la vez elegante.
- Wood Sage & Sea Salt de Jo Malone: Meghan Markle también prefiere las fragancias de Jo Malone, particularmente Wood Sage & Sea Salt. Esta fragancia se distingue por sus acordes salados y marinos, combinados con notas de cítricos, musgo, hierbas y un toque floral y acuático, evocando la sensación de una brisa costera.
- Diorissimo de Dior: Fue una de las fragancias predilectas de Lady Di para eventos especiales. Creada en 1956 por Edmond Roudnitska, esta fragancia cuenta con una composición de lirio de los valles (muguete), hojas verdes, bergamota, lila, jazmín, ylang-ylang, y notas de fondo amaderadas y musgosas, que crean un aroma clásico y atemporal.
- Eau du Soir de Sisley: La Reina Letizia opta por esta sofisticada fragancia chipre floral. Lanzada en 1990, Eau du Soir ofrece una mezcla compleja de notas amaderadas, florales y cítricas, aportando un toque terroso y especiado que refleja la elegancia y el carácter de la reina.
- Gardenia Passion de Annick Goutal: Preferido por las princesas de Mónaco, este perfume resalta la feminidad y la sofisticación. Con notas dominantes de gardenia y jazmín complementadas con nardos, flor de azahar del naranjo y vainilla, Gardenia Passion es una celebración de la floralidad intensa y rica.
Estos perfumes no solo son reflejos de la distinción y el gusto refinado, sino que también son testamentos de cómo una fragancia puede ser una extensión de la personalidad y el aura de una persona.