El nuevo diseño de indumentaria deportiva de Nike para el equipo olímpico femenino de Estados Unidos ha generado una ola de críticas en redes sociales y entre atletas por considerarlo inapropiado y sexualizado. Este revuelo surge tras la publicación de imágenes donde se muestra el maillot femenino con una línea de bikini de corte alto, lo que ha sido señalado por exatletas y fanáticos como un “disfraz nacido de fuerzas patriarcales”.
La exatleta estadounidense Lauren Fleshman fue una de las voces críticas más destacadas, argumentando en Instagram que este tipo de indumentaria obliga a las atletas a preocuparse más por la exposición de su cuerpo que por su rendimiento en la competencia. Otras deportistas, como la saltadora en largo Tara Davis-Woodhall, también expresaron preocupación por la funcionalidad y el diseño del uniforme.
En respuesta a las críticas, Nike afirmó que el diseño controversial es solo una de las múltiples opciones disponibles para las atletas, quienes tendrán la posibilidad de elegir entre distintos estilos que mejor se adapten a sus necesidades y preferencias. A su vez, USA Track and Field aseguró que se ha consultado a las atletas en todo momento durante el proceso de diseño para asegurar su comodidad y adecuación al rendimiento.
Este incidente destaca la continua lucha por trajes deportivos que respeten y realcen el rendimiento sin caer en la sexualización, un tema que ha sido central en debates anteriores, como durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde el equipo femenino de gimnasia de Alemania optó por uniformes que cubrían todo el cuerpo como protesta contra la sexualización en el deporte.