Jonathan Haidt, el reconocido psicólogo social y profesor en la Escuela de Negocios Leonard N. Stern de la Universidad de Nueva York, ha generado un debate acalorado con su nuevo libro, “La generación ansiosa: cómo el gran recableado de la infancia está causando una epidemia de enfermedad mental”. En esta obra, Haidt propone una restricción significativa en el acceso de los adolescentes a los teléfonos inteligentes y las redes sociales hasta los 16 años, sugiriendo que el manejo actual de estas tecnologías por parte de los jóvenes está correlacionado con un aumento alarmante en problemas de salud mental.
La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) respalda esta preocupación en su último informe, donde denuncia que las plataformas de redes sociales poseen diseños intrínsecamente inseguros para los niños, quienes carecen del juicio y autocontrol necesarios para su manejo adecuado. La solución, según Haidt, requiere un esfuerzo conjunto no solo de los padres sino también de los desarrolladores de plataformas para proteger adecuadamente a la juventud.
El autor describe una crisis de salud mental que afecta de manera desproporcionada a niñas y niños, siendo las primeras más propensas a sufrir ansiedad y problemas relacionados con el uso intensivo de redes sociales como Instagram y Pinterest. Las alarmantes estadísticas de autolesiones y hospitalizaciones son testimonio de la gravedad de la situación.
Haidt establece cuatro normas simples para revertir esta tendencia: prohibir el uso de smartphones antes de la secundaria, restringir el acceso a redes sociales hasta los 16 años, eliminar los teléfonos de las escuelas y fomentar más juego e independencia en el mundo real. El libro ha desatado un debate sobre la necesidad de reformas inminentes en la gestión de la tecnología en la vida de los jóvenes para evitar un deterioro mayor en su salud mental y bienestar.