En un clima marcado por la polarización y el fervor político, el presidente Andrés Manuel López Obrador salió al paso de las críticas tras la publicación de un meme de la Santa Muerte por parte de su partido, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). La imagen, que ha generado un intenso debate, llevaba la leyenda: “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador”.
Durante su conferencia matutina, el mandatario mexicano defendió la acción como una manifestación de “libertad religiosa”, subrayando que el uso de figuras como la Santa Muerte entra dentro de las libertades que consagra el Estado laico mexicano. “No nos metamos en eso, ya tiene tiempo que se resolvió ese asunto en México, antes que en cualquier otro país del mundo”, afirmó López Obrador, refiriéndose a la libertad religiosa.
El debate se encendió después de que la oposición, representada por la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, expresara su preocupación por la asociación de la imagen religiosa con mensajes políticos. Gálvez cuestionó la ética de utilizar una figura de culto, no reconocida por la Iglesia católica, pero que cuenta con un seguimiento significativo en ciertos sectores de la población mexicana.
López Obrador, quien se identifica como cristiano no católico, hizo hincapié en su respeto hacia las expresiones ciudadanas, independientemente de su naturaleza religiosa o política, destacando que tales acciones están protegidas por las leyes que rigen un país democrático. “Debemos ser respetuosos de creyentes y de no creyentes; eso es el Estado laico”, subrayó.
Esta controversia llega en un momento crítico para la política mexicana, con las elecciones más grandes de su historia a la vuelta de la esquina. El próximo 2 de junio, más de 97 millones de electores estarán convocados a las urnas para decidir sobre más de 20 mil cargos públicos, incluyendo la presidencia de la República. En este contexto, cada movimiento de los partidos políticos es escrutado con lupa, y la polémica en torno al uso de símbolos religiosos en campañas no es la excepción, al ser vista como parte del debate y la polémica inherentes a la vida democrática del país.