El presidente Andrés Manuel López Obrador justificó la decisión de colocar un muro de seguridad alrededor del Palacio Nacional, argumentando la necesidad de proteger la estructura histórica ante la llegada de los padres de los estudiantes desaparecidos de la normal rural de Ayotzinapa en 2014. Este grupo, que ha permanecido en una búsqueda continua por casi una década, planea realizar una serie de movilizaciones en la Ciudad de México para marcar los nueve años y ocho meses desde la desaparición de los jóvenes.
Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador expresó su apoyo al derecho de los manifestantes a protestar, pero subrayó la importancia de prevenir posibles actos de provocación, especialmente en un contexto pre-electoral. “Son libres de manifestarse, tienen todo el derecho de hacerlo porque están en la búsqueda de sus hijos”, aseguró el mandatario. Sin embargo, enfatizó que “hay muchos provocadores” y mencionó que las medidas de seguridad eran necesarias para evitar incidentes que pudieran ser explotados durante el período previo a las elecciones presidenciales del 2 de junio.
En un intento de diálogo directo, López Obrador afirmó que se reunirá con los padres de los desaparecidos, aunque solo después de las elecciones, y sin la presencia de representantes legales o abogados, una decisión que ha generado controversia entre los afectados y la opinión pública.
Además, el presidente comentó sobre los desarrollos legislativos recientes, como la aprobación de una reforma a la ley de Amnistía, que, según él, podría incentivar a los acusados a colaborar en la localización de los estudiantes desaparecidos a cambio de exoneración. López Obrador también expresó su compromiso de resolver el caso antes del final de su mandato el 31 de octubre, subrayando que los delitos relacionados con desapariciones forzadas no prescriben, lo que asegura que las investigaciones podrían continuar independientemente de los avances actuales.