Serguéi Mingázov, periodista destacado de la edición rusa de la revista Forbes, ha sido detenido bajo graves acusaciones de difundir “noticias falsas” acerca de las acciones del Ejército ruso en Ucrania. Según informes de Forbes, la detención se efectuó tras una serie de publicaciones en su canal personal de Telegram, que alcanza a cerca de 400 seguidores, donde compartió información sobre la trágica matanza de Bucha, un evento atribuido a las fuerzas rusas por Ucrania.
El abogado de Mingázov, Konstantín Bubon, confirmó que se ha iniciado un caso penal contra su cliente, basado en dichas publicaciones. Además, reveló que durante los registros realizados en la residencia del periodista, las autoridades incautaron varios dispositivos informáticos, afectando no solo a Mingázov sino también a su familia, incluyendo a su esposa e hijos.
Mingázov, cuya carrera periodística incluye colaboraciones con periódicos respetados como Védomosti y Kommersant, y una etapa en la agencia de noticias TASS, se enfrenta ahora a un escenario legal adverso en un contexto donde Rusia ha endurecido su legislación contra lo que considera como “informaciones falsas” y “desprestigio” del Ejército. Las modificaciones recientes al Código Penal ruso contemplan sanciones severas, incluyendo multas y penas de hasta 15 años de prisión.
Desde el inicio del conflicto en Ucrania, el Comité de Instrucción de Rusia ha activado más de 20 casos por difusión de “informaciones falsas” y otros 80 por actos de “desprestigio” contra las Fuerzas Armadas, subrayando un incremento significativo en la represión contra la libertad de expresión y el periodismo independiente en el país. Este caso subraya las crecientes tensiones entre la necesidad de una prensa libre y las políticas gubernamentales diseñadas para controlar la narrativa nacional en tiempos de conflicto.